Las plantas aromáticas y medicinales, al igual que sus preparados se conocen desde inicios de la humanidad como remedio para trastornos y enfermedades o para superar estados emocionales difíciles en la vida cotidiana. Sin embargo, el uso actual de los aceites esenciales y la aromaterapia se practica con este nombre desde hace solo unas décadas.
El término «aromaterapia», tal y como lo conocemos, surge en los años 30 de la mano del químico francés René-Maurice Gattefossé quien con la creación de este término, expresaba de forma clara el poder de los aromas en la curación, y con el tiempo se convirtió en una puerta de entrada a un enfoque holístico de salud y bienestar.
En estos últimos años los aceites esenciales se han puesto de moda como una “novedad”; se usan en centros termales, en masajes de relax o terapéuticos, en cosmética natural, en terapias holísticas o en cocinas y pastelerías artesanales e industriales como elemento aromatizante, ahora incluso en coctelería y cocina vanguardista. Pero en realidad, como decimos, el uso de los aceites nos precede casi un siglo.
De lo natural a lo sintético.
A lo largo del siglo pasado, la creación de medicamentos sintéticos, el desarrollo de la industria farmacéutica y la medicina moderna logró curar enfermedades que habían sido imbatibles durante siglos, especialmente las infecciones. Este gran éxito en la medicina convencional relegó a un segundo plano a la medicina natural, que durante milenios había tenido un papel esencial y muy importante. Fue un olvido que provocó la casi desaparición de muchas terapias naturales, aunque nunca llegaron a desaparecer del todo y hoy las encontramos como “alternativas” o “complementarias”.
En la actualidad, la sociedad está volviendo a apreciar en su justa medida a los remedios naturales. Médicos, investigadores y farmacéuticos de todo el mundo vuelven a interesarse por los recursos naturales y las plantas medicinales.
Tampoco en la cocina se estaba prestando a la alimentación natural, equilibrada y saludable, la atención que merecen. Hasta hace poco habíamos olvidado el viejo proverbio hipocrático «que la medicina sea tu alimento, y que el alimento sea tu medicina» …
En los últimos años asistimos a un auténtico renacimiento de otro tipo de alimentación, ahora conocida como «plant-based» que, libre de plaguicidas y de química de síntesis, impulsa un cambio en el destino humano.
En la actualidad…
Los aceites esenciales, conocidos por sus usos en el bienestar y el cuidado personal, están comenzando a ocupar un lugar destacado también en el mundo de la gastronomía. Más allá de su aplicación en aromaterapia o en productos de belleza, hoy sabemos que ciertos aceites esenciales, de grado alimentario, pueden utilizarse de forma segura en la preparación de alimentos y bebidas, aportando un toque de autenticidad y frescura natural a cada receta.
Este enfoque renovado invita a explorar sus propiedades y abren la puerta para realzar el sabor de las recetas, abriendo paso a una cocina innovadora y consciente que rescata los beneficios de la naturaleza, ahora también en nuestros platos y copas.
Imaginá un toque de aceite esencial de limón en una ensalada fresca, o una gota de menta en un postre refrescante: son detalles que aportan tanto sabor como beneficios para el organismo.
Este uso culinario invita a explorar la cocina desde un ángulo renovado, donde cada preparación puede transformarse en una experiencia de salud y placer sensorial. Cada gota de un aceite esencial de grado alimentario lleva consigo las cualidades naturales de la planta de origen, permitiendo que sus componentes activos actúen a nuestro favor en cada bocado.
En Hierbas & Esencias, queremos invitarte a descubrir los aceites esenciales desde una perspectiva completa: una herramienta de bienestar que, bien aplicada, mejora nuestra salud y eleva el sabor de nuestros platos cotidianos.
Unite a esta experiencia de bienestar natural que revitaliza cuerpo, mente y espíritu.