Algunas plantas producen una sustancia aromática llamada esencia, la cual utilizan para crecer, repararse, protegerse, sobrevivir, para reproducirse o para comunicarse con su entorno. Cumple la función de atraer insectos polinizadores, como defensa frente al ataque de parásitos, insectos, animales depredadores, ¡también como adaptación a la falta de agua… y más!
Según las variedades, podemos encontrarla en flores, frutos, hojas, semillas, raíces y en las partes leñosas de varias plantas. Los aceites esenciales contienen en forma concentrada la energía de las plantas. Es el aroma característico de una especie o planta, creados a partir de los nutrientes de las mismas, y son producto de los cuatro elementos de la naturaleza (agua, aire, fuego y tierra) más la energía solar.
Una vez que la esencia de la planta es extraída por el ser humano a través de diferentes procesos físico-químicos, la llamamos «aceite esencial».
Los aceites esenciales no son algo tan nuevo. Hace mucho tiempo que están presente en nuestras vidas ya que se utilizan ampliamente en la industria alimentaria, farmacéutica, cosmética, fitosanitaria y otras.
Tienen un gran poder de acción tanto a nivel físico como emocional y energético. Desde calmar dolores musculares, tratar afecciones pulmonares, cicatrizar o limpiar, los aceites esenciales nos brindan soluciones naturales a problemas cotidianos. Para consultar las propiedades de cada variedad, podés consultar nuestra Guía Botánica.
Características físico-químicas de los aceites esenciales: Los aceites esenciales son volátiles, insolubles en agua, y solubles en alcohol, aceites y grasas. Son sensibles a la luz del sol, al aire y a altas temperaturas, por eso deben ser conservados en frascos de vidrio oscuro, bien tapados y en sitios frescos.
Respecto a la PUREZA de los aceites esenciales, se los considera:
- NATURALES: sin maniobras de reconstitución.
- PUROS: sin agregados naturales o sintéticos.
- COMPLETOS: sin transformaciones en sus componentes.
Imaginamos que mientras vas descubriendo este maravilloso mundo aromático, te gustaría aprender a usarlos, por eso aquí te contamos las formas de uso más frecuentes y seguras:
AROMÁTICO: Mayor efecto para el tratamiento del dolor, emociones y afecciones respiratorias. En difusión ambiental (5-10 gotas en difusor ultrasónico) o también podés… ¡preparar tu propia bruma!
TÓPICO: Sus principios activos ingresan al torrente sanguíneo, de forma segura, a través de la piel. Aplicar en zona a tratar, en la planta de los pies, masajes. Diluido con aceite vegetal (5 a 10 gotas en 10 ml o 2 cucharadas)
INTERNO: Para la ingesta de aceites esenciales es necesario seguir las indicaciones de un profesional: pautas de tiempo y dosis, ya que los mismos pueden variar según la persona y patología.
Dado que son de amplio espectro, no deberíamos consumirlos de cualquier manera.